domingo, 6 de abril de 2014

Windows 8.1


Tenía pendiente arrancar el portátil en windows 8 para actualizar la BIOS, mi ubuntu no gestionaba bien la tarjeta WiFi. Había encontrado otro usuario con el mismo problema en launchpad.net, así que me registré y publiqué yo también para ser dos y hacer más fuerza. Al cabo de pocas semanas respondieron que era un error reconocido de Asus, y que la solución era actualizar la BIOS.

Debió parecerme más tedioso arrancar el ordenador en windows 8 que seguir soportando el bug en ubuntu, porque de aquello han pasado meses hasta que por fin he decidido arreglarlo.

La motivación que me faltaba ha venido por la curiosidad de actualizar mi windows 8 al nuevo windows 8.1. Así que a ello me puse:

Primero flasheé el nuevo firmware de la BIOS en la ROM, con la herramienta de Asus descargada de su web. Luego probé que el problema estaba resuelto en Ubuntu y la WiFi ya funcionaba como debía.

Después volví a arrancar en windows 8 para buscar la actualización a 8.1 pero no la encontré en la tienda. Por lo visto había que instalar alguna actualización de seguridad de windows 8 antes de tener disponible la actualización a 8.1. Una especie de juego que se le había ocurrido a alguien en Microsoft para que no nos aburramos.

No se les habría ocurrido que podían instalar las dependencias previas necesarias junto con la actualización a windows 8.1, o al menos publicarlas o hacérselas saber al usuario con un pop-up.

Tenía 82 actualizaciones pendientes, de las cuales la mitad eran de windows y la otra mitad de .Net Framework. Intenté aceptarlas todas, como haría en Ubuntu, pero no. Después de 30 minutos la barra de progreso seguía en 0%. Busqué en Bing y vi que gran número de usuarios tenían el mismo problema. Windows update no descarga actualizaciones. Múltiples soluciones se habían ofrecido en los foros, a mi ninguna me funcionaba.

Finalmente probé a seleccionar algunas de las actualizaciones al azar, de una en una. Algunas se descargaban, se instalaban y me hacían reiniciar el sistema. Otras se quedaban atascadas al 0%. Mmmm... iba a ser un día muy largo.

Me puse a buscar información en Bing, alguien en el mundo debía haber publicado en algún sitio cuál de las cuarenta actualizaciones era la llave para la actualización de windows 8.1. No podía ser secreto. Encontré en un blog que era la KB2779768. Esa no salía en mi lista. Seguí buscando en Bing mientras aceptaba actualizaciones al azar, algunas se descargaban, otras seguían sin progresar al cabo de muchos minutos y las acababa cancelando. Cada vez que se instalaba una actualización tenía que reiniciar.

Encontré en otro blog que la actualización mágica era la KB2871389, ¡estaba disponible! La acepté y esperé unos minutos mirando fijamente la barra de progreso: 0%.

Para no ponerme nervioso me puse a explorar un poco windows 8, busqué un tutorial del SO en Bing, configuré mi cuenta de correo en la app de correo de ModernUI. Todas esas apps me parecieron muy simplonas, como de teléfono móvil, parecidas a las de Android. La pantalla del ordenador tiene mucha más capacidad que la de un teléfono móvil de cinco pulgadas. Tantos píxeles iluminados para presentar tan poca información en pantalla me parece un derroche, la verdad. Pero bueno, seguí navegando por las herramientas que ofrecía este windows, moviendo el puntero a una esquina y a la otra, para ver qué se desplegaba. De vez en cuando volvía a windows update: 0%.

Me fui a comer y por fin, tras el postre y el café, la actualización se había instalado y windows me solicitaba reiniciar. Reinicié y finalmente tenía disponible windows 8.1 en la tienda de windows.

La instalación de windows 8.1 tardó en completarse unas dos horas. El ordenador es nuevo y va bastante bien, no se, no me explico... no entiendo cómo pudo tardar tanto. Entre tanto estuve navegando por internet, usando windows 8, viendo las opciones de configuración en el panel de control... No funciona mal, es bastante fluido, aunque ocupa muchísima RAM. Gráficamente es más básico que windows 7. Las apps parece que sean todas una versión beta, con poca funcionalidad. Algunas cosas se lanzan en ModernUI, otras en el escritorio. Algunas cosas se configuran en el panel de control, otras en el menú de configuración que aparece en la barra derecha de ModernUI.

Cuando por fin terminó la instalación y se me solicitó el reinicio, la emoción y alegría del momento duró los pocos segundos que tardó en aparecer una nueva barra de progreso, configurando la instalación de windows 8.1...

Aquello debió tardar otra hora más. No quise verlo y me fui a hacer otras cosas, de tanto en tanto regresaba a ver el progreso. Qué tedio...

En fin, la cosa terminó, vi que el botón de inicio no sirve para nada, que la búsqueda tiene ahora menos opciones que en windows 8, y que en el fondo poco ha cambiado la cosa. Un sistema un poco más ligero que windows 7, a la fuerza porque parece menos desarrollado y menos funcional, que arranca un poco más rápido que los otros windows anteriores, sí, pero que da la sensación de no estar terminado.

Sólo me quedaba navegar por las opciones de restauración del sistema y el modo de reparación de errores para encontrar el botón que reiniciaría el sistema directamente al menú de configuración de la BIOS, configurar el arranque de grub2 en lugar de la partición de windows, y volver a mi Ubuntu, bendito sea por venir al rescate de los usuarios de PC en estos tiempos modernos.

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