jueves, 31 de julio de 2014

Actualizado a Trusty Tahr

No tenía intención de andar trasteando con el disco duro hasta dentro de un par de años, pero al final me he lanzado a actualizar Ubuntu a la última versión LTS y ha valido la pena, y mucho.

He tenido que entender qué es EFI, porque cuando instalé ubuntu 12.04, lo hice en modo legacy (no había otra opción) y el EFI me pareció un BIOS raro, y pensé que todo aquello sólo eran complicaciones extraordinarias del mundo moderno, como los 20 GB de Windows 8, las seis particiones que traía el portátil de fábrica, de las que sólo se podía usar una, y todo para ni tan siquiera poder arrancar windows y ubuntu desde el mismo gestor de arranque.

Resulta que no, que el EFI es un avance y una mejora. Solo que nadie me lo había explicado.

Después de pelearme con él desde mis ideas preconcebidas, logré encontrar algo de información buena en la red, ya que todo lo que había ido leyendo eran foros poblados de indocumentados que todavía me creaban más confusión. No voy a explicarlo aquí, todo lo que hay que saber del EFI para poder instalar Ubuntu 14 está aquí:

http://www.rodsbooks.com/linux-uefi/

Si el equipo lleva EFI, y windows está instalado en modo EFI, entonces hay que instalar ubuntu en modo EFI, o no conseguiremos arrancarlo. Mientras no veamos esta pantalla nada más lanzar la distro live, estaremos arrancando en modo Legacy, habrá que seguir intentándolo cambiando la configuración del EFI, o probar otro tipo de dispositivos externos.


En mi caso desde el DVD fue imposible y sólo lo conseguí finalmente desde una memoria USB.

Una vez lanzada la instalación se siguen los pasos normales, sólo hay que tener en cuenta que el gestor de arranque se ha de instalar en la partición EFI, marcada con el flag boot, ocupará entre 100 y 200 MB y tendrá formato fat32.



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