En el disco duro de 6 gigas llevaba instalado un sistema operativo Caldera openDOS. Cuando lo arranqué por primera vez me quedé mirando aquel cursor en la pantalla negra, escribí un par de comandos, lo apagué, y llamé a un amigo para que me prestara un CD con windows.
En pocos días lo tenía funcionando sin tener la más mínima experiencia previa. En pocas semanas había estropeado el sistema operativo por primera vez. Tirando de disquetes de arranque y perdiendo horas de sueño conseguí repararlo. Fue la primera de muchas largas noches que vendrían después. Windows 98 se acababa corrompiendo con el tiempo de todas formas, así que cada seis meses aproximadamente tocaba formatear e instalar todo de nuevo. Además cada poco iba saliendo un SO nuevo de Microsoft, y como todos eran tan malos e inestables como el anterior, me cambiaba al sistema nuevo en cuanto salía con la esperanza de alguna mejora.
Tenía ese disco tan pequeño particionado, de manera que siempre me quedaba un giga con sistema de ficheros ext2, donde probaba las distribuciones de linux; recuerdo las diferentes versiones de SUSE y de RedHat, que regalaban con las revistas de informática. Sin embargo, no encontraba nada más que hacer con ellas que configurar el escritorio, porque todo el software que necesitaba sólo existía en Windows. Siempre Windows.
La cosa empezó a funcionar aceptablemente con Windows 2000, pero alguien debió decidir que hacer las cosas bien no era marca de la casa y a continuación vino XP, pero ya consumía más recursos que los que disponía mi viejo PC, así que se quedó sin actualizar. Así estuve unos cuantos años.
Mi P-II se quedó en el W2000, con arranque dual y W98 en otra partición. Una para el ocio y otra para el trabajo. Así estuvo varios años hasta que tuve dinero y compré un nuevo ordenador de sobremesa, y le instalé XP, que ya llevaba bastantes años funcionando y un par de service packs bastante grandes.
El P-II se quedó sin uso. En todos estos años seguí usando winXP, hasta que Microsoft decidió dejar de dar soporte. Seguí atentamente las evoluciones de Debian y Ubuntu, particularmente esta última y desde la versión 10.04 de Ubuntu, ya no uso windows, solo linux, así que ya no se cómo funciona windows 7 ni mucho menos windows 8.
Este fin de semana he estado intentando poner en marcha de nuevo mi viejo P-II. He probado el live cd de ubuntu 10.04 pero cargaba tan lento que no valía la pena probar. He probado el primer ubuntu, Warty Warthog, descartado porque no soporta la tarjeta wifi. Lubuntu... muy lento.
Debian me ha dado pereza porque son muuuchos cd para instalarlo, y seguro que hubiera sido lento.
He probado unas cuantas distros modernas pero ligeras, DSL, Puppy, slax, antiX, archlinux..., muy pesado todo para un procesador de 350 MHz. Aquellas distros que probé allá por los años 90 irían bien, pero no soportarían la tarjeta wifi ¿existía el wifi en los años 90?
Finalmente se me ha encendido la bombilla y he instalado windows 98. Tenía los cds con drivers de todo el hardware, así que no he tenido mayor problema. Funciona todo.
Pero internet también ha evolucionado. IExplorer no me deja acceder a la web, me exige insistentemente que instale un modem en el puerto serie. He descargado con el portátil firefox v1.0 y lo he instalado en el P-II y con él he podido acceder a internet, pero con ese navegador es como circular por autopista con un coche a pedales. Apenas ninguna página funciona bien. Tampoco creo que pueda instalar un reproductor de vídeo que soporte los últimos codecs, así que voy a tener que asumir que un ordenador que funciona perfectamente, pero que tiene 15 años, ha quedado definitivamente obsoleto. Me sirvió bien hasta hace siete años pero hoy ya no sirve para nada.